¿Eres mamá? Las 5 frases que habrás oído una y otra vez

En el momento que se es madre se puede comprobar cómo todo el mundo se considera con la potestad necesaria para decirle cómo debe cuidar a su hijo, qué debe hacer para recuperarse después del parto o incluso para “hundirla” en la miseria diciéndole lo que mal que se ha quedado tras el alumbramiento.

Si tú tienes un bebé habrás oído cosas de todo tipo y seguramente te habrás enfadado o mordido la lengua ante comentarios de personas de tu entorno e incluso de desconocidos relativos a tu rol o a tu pequeño. Y es que todas las mamás tienen que sufrir ese tipo de cosas. De ahí que, con mucho sentido del humor, la página web MaterniDraks haya decidido hacer una recopilación de esas frases que no paran de decirles a las madres y que les resultan realmente pesadas:

“Oye no se parece nada a ti”

Aunque a los padres, abuelos y tíos del recién nacido les parezca que este se parece a alguien concreto de la familia, lo que es cierto es que en ese momento aún no presenta un aspecto que pueda indicar a quién se asemeja.

A la mamá le gustaría que se pareciera a ella, pero siempre está el amigo, conocido o esa persona anónima que no duda en decirle eso de “no se parece nada a ti”. Ante eso, la mujer se suele callar la boca y no contestar, pero cuando oye la misma frase una y otra vez, posiblemente no sólo se enfade sino que pueda comenzar a pensar respuestas que le gustaría dar ante tal comentario:

• “Se parece a ti, no te digo”.

• “¿Y qué? ¿hay algún problema?”.

• “Se parece a su padre, ¿te importa?”

• “Eso lo dirás tú”.

• “¿Y qué si no se parece? Soy su madre, la que ha sufrido los dolores para parirlo”.

“¿Para cuándo el hermanito?”

Otra de las frases que tienen que oír todas las madres es esta que encabeza el apartado. Una pregunta que martillea sus oídos una y otra vez y que muchas personas se la hacen en el momento que acaba de dar a luz. Ante la misma, posiblemente lo que les gustaría responder sería algo así como: “claro, ahora mismo estaba pensando en eso. Acabo de parir, de pasar uno de los trances más dolorosos, me duele hasta el moño, tengo el cuerpo como bailar jotas y justo lo que más me apetece ahora es pensar en volver a parir. ¡Venga ya!”.

“Se nota que no has dormido”

Muchas personas con su gracejo y simpatía se dirigen a la madre que hace poco tiempo que acaba de dar a luz y le dicen que su rostro refleja que no ha dormido. En ese momento, la mujer se muerde la lengua, saca una sonrisa falsa y entre dientes, muy bajito, dice algo así como “¡qué graciosa! Rappel a tu lado se queda en nada. Ya me gustaría verte a ti noches sin descansar teniendo que despertarte a cada rato para darle el pecho al niño”.

Este comentario que ha sido recogido en la página web MaterniDraks sienta mal a cualquier mamá si viene de un familiar, amigo o incluso desconocido, pero se convierte en una auténtica patada en el estómago cuando lo dice la pareja. En este caso, siente que una bola de ira va creciendo en su interior y en muchos casos no puede evitar contestarle con algo así como: “claro, porque la que se ocupa del niño soy yo, mientras que otro se pasa toda la noche roncando como un lirón aunque luego diga a la gente que tener un hijo es muy duro, porque no deja descansar”.

“Oye, ¿el bebé fue planeado?”

La gente en su general tiene un cotilla dentro, eso es así, y quiere saber todo de los demás. Por eso, hay muchas personas que cuando ven a una recién estrenada mamá no dudan en preguntarle si el niño que ha tenido ha sido “planeado” o no. Por educación, se les suele contestar con un monosílabo, sí o no, pero hay madres que afirman que lo que realmente les gustaría decir ante esa cuestión es “¿y a ti qué te importa?”.

“Duerme cuando el bebé duerma”

Todo el mundo, tenga hijos o no, parece que sabe más que una primeriza sobre lo que significa tener un niño o lo que supone cuidarlo. Por eso, la mamá no dejará de oír consejos constantes y entre estos el que le dice que debe aprovechar para dormir cuando su hijo lo haga. Una recomendación ante lo que realmente les gustaría añadir es algo como esto: “¿no me digas? Fíjate que no lo había pensado. Si no me lo llegas a decir, no hubiera dormido”.